sábado, abril 26, 2008

Trabajar o no trabajar, he ahí el dilema





Resulta que el lunes estaba yo apunto de cortarme las venas (con galletas de animalitos, por supuesto). Eso debido a que todavía no encontraba trabajo, y ver las ofertas de empleo se vuelve medio traumante porque nunca cumplo los requisitos. Generalmente es por falta de experiencia, algunos por el horario, y una extraña variante en la que, vayan ustedes a creer, tengo demasiados estudios para un trabajo como ese.

Y este último y curioso impedimento, me lo diijeron en una papelería-cybercafé, a dónde llamé para pedir informes de la vacante. Que mejor buscara un lugar dónde pudiera desarrollar más mis habilidades. Fue tan gacho el rechazo que, sumado a las infructuosas búsquedas en el periodico, me llegó duro y tupido el deseo de cercenarme la venas (siempre con galletas de animalitos; faltaba más).


Pero de manera muy similar a la última vez que pretendía esta suicida ambición, como por arte de magia, me llamaron por teléfono del centro comercial al que fui a dejar mi solicitud de empleo para que fuera a un curso de inducción. Además de eso tenía que hacer los exámenes psicométricos. La cita fue el martes, como a las 10, en la tienda departamental, por la puerta de empleados y hasta el area de recursos humanos.

No te enseñan a envolver regalos, pero te enseñan de forma apresurada como funciona la caja de ventas. Luego ponene un video bién aburrido de la historia de la tienda y de lo buen actor que tienes que ser para sonreír siempre. Aquello de que "el cliente siempre tiene la razón", sí es política de la empresa.

Para variar, nótese el sarcasmo, fui el único que nunca había trabajado en ventas. Todos los demás ya venían de otras tiendas, de muchos empleos de atención al cliente. Y pues acabé aquel día creyendo que había muy pocas posibilidades de que me dieran la chamba. Además no había de medio tiempo, así que solo sería un empleo eventual hasta agosto. Y pues me recetaron el "nosotros te llamamos".

Otro día, me fui a comer a una plaza comercial que queda aquí cerquita de dónde vivo, y por ahí mientras caminaba ví que solicitaban empleados para un conocido establecimiento de renta y venta de películas y pregunté. Era de medio tiempo, en la tarde y era pago por hora. Al otro día, ayer, llevé la solicitud de empleo.
El horario es perfecto para cuando entre a la escuela y además queda a 30 segundos de mi casa, así que es muy buena opción. Nomas' tengo que esperar a que me llamen y ver con quién tengo que hacer una entrevista y si cumplo los malditos requisitos, pues ya la hice.

Sin embargo, una sombra de duda se yergue sobre mis previsiones laborales.



Porque ayer me hablaron de la tienda departamental para que fuera el lunes a otra entrevista con el encargado de un departamento. No me dijo cuál departamento, pero supongo que nomas' será cuestión de convencer al sujeto y de que yo quiera trabajar ahí. PERO... como que ya no quiero ese trabajo; prefiero el de la tienda de videos, sobre todo, porque lo podría conservar cuando estuviera en clases.
PERO... aún no sé si tengo posibilidades de trabajar ahí, la otra ya es casi un hecho; qué tal si me quedo como el perro de las dos tortas, con nada.

Tengo que meditarlo seriamente.

( Y si me desea aconsejar, por favor demposite su comentario aquí abajito ) :D


2 comentarios:

-- dijo...

¿Pues qué puedo decir?
si no te enseñan a envolver
los regalos, entonces no
vale la pena :P jajaja, pues
deberias de ir, quien quita,
a lo mejor ni te
pongan en ventas y te metan
a otra cosa, quien quita ¿no?,
y pues del otro, chale, es
que si está difícil, si
a ti te late más el del
establecimiento ese pues
deberias de esperarte entonces...

Ayyyyyyyyyyys, que decisión
tan más difícil :S...

lontananza dijo...

yo digo que vayas a la entrevista pero que estés al pendiente del otro trabajo,ya si te hablan vas inmediatamente y dejas botados a los otros :P...